23 Ahora, pues, oh Yahveh, mantén firme eternamente la palabra que
has dirigido a tu siervo y a su casa; y haz según tu palabra.
24 Sí, sea firme; y sea tu nombre por siempre engrandecido, y que
diga: “Yahveh Sebaot, el Dios de Israel, es el Dios para Israel.” Y que la
casa de tu siervo David subsista en tu presencia.